domingo, 14 de agosto de 2016

"Adiós" me dijo.


"A donde quiera que vayamos debemos ir desnudos y solos".
Henry Miller




“Adiós” me dijo.
Me pareció que sonreía,
por las camelias blancas
entre los labios.

Iba desnuda.
Su silueta en la tierra
era tan tenue, como las primeras
gotas de lluvia
                                              convocadas por el viento.















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